lunes, 29 de diciembre de 2008

Massacre

Hola!!! Somos los Massacre, un beso!!!

Vayamos por parte, Campana es una ciudad industrial, con toda la frivolidad y superficialidad que eso trae acompañado, la poca gente que tiene interés por el arte subestima al rock dejándolo a un costado. Un Grupo de personas de esta ciudad, pese a todo, se les ocurrió la idea “loca” de organizar festivales con bandas locales dejando el cierre para una banda convocante de la escena nacional, dentro de este formato pesaron Cadena Perpetua, Bulldog, entre otras.
Para culminar el año, el plato fuerte fue Massacre, la eterna banda de culto que gano masividad a partir de su vinculo con Pop Art. Ver en vivo a Wallas y su banda en un reducto pequeño, con excelentes condiciones de sonido e iluminación y con un buen escenario es un real privilegio que unos pocos gozaron aquel viernes de noviembre.
La noche arranco cinematográfica con la proyección de la Película “lords of dogtown” y siguió con Decenadores y su punk rock. Antes del show de la noche, Lash Out ofreció un gran show de punk melódico de manera firme y soberbia. Paso la época dorada del punk, ya no hay bandas en todos los garajes pero los de Campana, organizadores del festival, sobrevivieron a todo y hoy se convirtieron en una banda under con su propio público, su propio circuito y su propio mercado. Las modas nos enseñan a entender la calidad de la obras, Lash Out tiene 5 discos obras editadas (entre simples, larga duración y DVD) y varias giras por casi toda Argentina y países vecinos. Que cada uno escuche y saque sus propias conclusiones.
Perfomance contundente con un gran cierre provocando el primer pogo de la noche, una versión de “remote Control” del primer álbum de The Clash, ideal para esperar endulzados a los Massacre.
Pasadas las 23 horas, Wallas realizo su habitual saludo –Hola!!! Somos los Massacre así que un beso toma, muaa- y produjo una explosión generalizada en el lugar, su lista de temas fue muy completa, grandes clásicos infaltables (“Plan B”, “Nuevo Día”, “Mi mami no lo hará”, “Te leo al revés”), varias de las “12 nuevas patologías” (“Sofía la súper vedette”, “Seguro es por mi culpa”), y otros tantos que le dieron forma al exitoso “El Mamut” (“invasoras amazonas”, “La reina de Marte”, “la octava maravilla”, entre otras) y dos cover de grandes clásicos del rock (“Maggie May” de Rod Stewart y “someday never comes” de Credence). No hay mucho que decir cuando de esta genial banda se habla, sus conciertos son disfrutables en todo sentido, cada integrante sabe muy lo que hace y lo hace muy bien. Es difícil quedarse observando detenidamente a Fico, tocando sentado en una silla, sin emocionarse, la fuerza y la voluntad lo puso de vuelta en escena, sin entrar en análisis de terapias y objetivos de vida porque eso es particular, solo el sabe lo que le sucede y como recibir asistencia; solo decir que es una alegría, hasta las lagrimas, verlo formando nuevamente parte de Massacre.
Alrededor de dos horas de un enérgico rock, con un frontman único que conoce sobradamente el paño y recorre el escenario como si fuera su lugar, donde se siente mas cómodo y placentero, que Wallas sea un efusivo melómano le hace muy bien a la banda y al rock en general, demuestra que la hipocresía de todo rockero declarando que no escucha nada es ridícula y cuando no falsa, es aun mas patética porque habla de su bajo nivel intelectual, o acaso: ¿los escritores no leen a sus colegas? ¿Los cineastas no miran películas?
Massacre esta en el olimpo del rock nacional, saca discos donde la búsqueda se convierte en su mejor virtud. Si “12 nuevas patologías” fue su álbum mas elaborado a nivel sonido y experimentaciones, prácticamente inéditas en Argentina con una impecable producción de Pablo M y Federico Piskorz; “El Mamut” fue su obra cumbre, quizás mas efectista, estribillos recordables a simple oída, vos al frente ya no como un instrumento mas sino protagonista de la canción, que le dieron un condimento mas a su ya vasta carrera. La desgracia de Gabriel Ruiz Díaz, iba a ser el productor de su último disco, le cedió a Juanchi Baleiron las perillas para poner a Massacre y su “mamut” en todos los medios y en todos los festivales, todo sin perder la esencia. Hay bandas que cuando llegan se aburguesan, demostrando su poca vocación artística. Estos señores son artistas por encima de todas las cosas, entonces tienen muy claro que hay claves imprescindibles para ser honestos con la música. Massacre asume riesgos entre disco y disco, filman videos de una calidad técnica interesante, arriba del escenario saben que la escenografía, el vestuario y el desenvolvimiento escénico son tan importantes como el sonido y la música, todo esto sumado a que compusieron varias de las mejores canciones de las ultimas dos décadas y que fueron influencia palpable de muchos grupos hoy consolidados. El viernes 21 de noviembre la banda desplegó todo esto provocando en un público fanatizado un delirio emocional, fue cross de derecha a la mandíbula rockera.
Su pasado lo certifica, ya quedo atrás su lugar como banda de culto para escalar entre los escasos excelentes grupos de la escena nacional demostrando que, a veces, popularidad y calidad pueden ser compatibles.















Data: Massacre en el Club Modena, Campana, Buenos Aires. 21 de Noviembre de 2008

Fotos: http://www.flickr.com/photos/yaninabattaglia/page2/

miércoles, 10 de diciembre de 2008

MI PEQUEÑA MUERTE

LA MUERTE SALIO EL JUEVES A RONDAR POR EL MICROCENTRO
“Los jueves sobran opciones en la noche porteña”, “los jueves es de trampa”, “en Capital Federal empieza el fin de semana los jueves”; frases clicheadas que todos repetimos sin saber muy bien porque pero la realidad es que había una opción, en La Cigale se presentaba Mi Pequeña Muerte junto a Hamacas al Río y lanzarnos hacia la música es la mejor manera de comenzar el fin de semana.
La consigna es escuchar a Mi Pequeña Muerte justo en plena grabación de su esperado tercer disco de estudio que llevara el nombre de “Un futuro brillante”. La banda oriunda de San Martín, liderada por Julián Perla (voz y guitarra) ofrece un sonido prolijo y ajustado, es garantía que sonaran cuidados, virtud muy valorada teniendo en cuenta que es rutina soportar problemas de sonido en la escena indie.
El playlist fue previsible, gran parte de “El cazador”, poco de “Hospital” que fue la parte mas oscura y tranquila de la noche, y algún adelanto de lo que vendrá. Su lado sensiblero ya quedo en el pasado lejano dejando lugar a canciones de grandes melodías con arreglos simples y muy efectivos, otra virtud a valorarle a este quinteto. Los temas nuevos son una continuación lógica de “El cazador”, ese excelente segundo disco que marco el paso desde ese “indie sensible” de habitaciones adentro, a un álbum que fue al ataque, Julián Perla se sentía bien, “soy feliz, deje las balas dentro tuyo”, esto que viene parece que será un disco con un especial cuidado de sus melodías, marcando nuevamente el delicado y refinado modo de entender la música, no es poca cosa. En el vivo parecen canciones ofrecidas por una orquesta de salón, ¿Julián jugando a ser Pablo Dacal?
Una mención aparte merece “Cuatro Fuegos” una canción que ya dejo de ser novedad pero que se la espera editada en este nuevo disco próximo a salir, es una tema con una bonita melodía y con una imponente fuerza en las guitarras acorde con esa letra de ruptura y salida con secuelas (como si existieran separaciones sin cicatrices), hit automático si no lidiaríamos con este injusto y tirano mercado musical.
El final del show es para “San Martín returns”, otra gran canción, cargada de imágenes casi cinematográficas que nos involucra en la “ciudad funebrera”, una visita urbana a ese lugar tan característico del conurbano bonaerense, hay poca lírica dentro de nuestra música que nos muestre tan literalmente una tarde soleada, cargada de optimismo, sutil poesía marcada por el brillo y la belleza de salir a ningún lugar, acompañada de frescas melodías que ensamblan perfectamente para obsequiar esta visita guiada, con discos y fotografía incluidos.
Mi Pequeña Muerte ya se destaco del resto por haber asumido un riesgo entre sus dos primeros discos, se atrevieron a un cambio en un medio lleno de artistas que con una sola idea sacan siete, ocho, diez discos, la “muerte” no acepta formulas y solo se deja llevar por la curiosidad y búsqueda de sus integrantes.
Su nuevo material tendrá la producción de Norman Mac Loughlin, tecladista y guitarrista de la banda, este multiinstrumentista destacado en el medio por sus grandes producciones (Nubes en mi casa y Nicolás Mígueles entre otros).
Mi Pequeña Muerte no es una banda única ni inventaron un estilo pero logran climas que pocos nos pueden ofrecer entre tanta monotonía y repetitiva musicalidad rondando por todos lados. Es una banda que no le teme al cambio por lo tanto esperamos siempre algo mas de ellos. En un medio conservador, poco exigente y pobre intelectualmente son una brisa de aire fresco y todo por el simple hecho de que se dejan llevar por sus ideas y ahí es la música la que triunfa por sobres los sellos discográficos, los medios de comunicación siempre tan cómplices de la mediocridad y el negocio en general. En un país (en un mundo) mas justo estos muchachos venderían cientos de discos, llenarían lugares y, por sobre todas las cosas, vivirían de sus canciones. A pesar de las adversidades siguen adelante intentando editar sus obras para que unos pocos las disfrutemos.


Data: Mi Pequeña Muerte, en La Cigale, Jueves 13 de noviembre de 2008.
link: http://www.fotolog.com/mipequeniamuerte